El baklava es un pastel que tradicionalmente se elabora con nueces trituradas, distribuidas en láminas de pasta filo y bañadas en almíbar. También hay variedades que incorporan pistachos y diferentes frutos secos. Su origen es árabe y son muchos los países que se atribuyen su propiedad. Es un dulce contundente del que no conviene abusar, pero es extremadamente delicioso!!
Esta versión que nos ofrece SandeeA en su blog (La Receta de la Felicidad) está fuera de lo que se puede considerar como un baklava tradicional, ya que incluye el chocolate entre sus ingredientes. Pero la verdad es que hace una combinación perfecta.
Ingredientes:
Para el almíbar:
250 ml. de agua
200 grs. de azúcar
50 grs. de miel
Zumo de medio limón (opcional)
1 rama de vainilla (opcional)
Para el baklava:
100-150 grs. de mantequilla fundida
20 láminas de pasta filo del tamaño de nuestro molde.
250 grs. de chocolate negro.
250 grs. de frutos secos. Yo elegí nueces y avellanas pero podéis optar por pistachos, almendras,... lo que os apetezca!
1 cucharada generosa de canela.
Para acompañar: helado de vainilla.
Comenzamos prepararndo el almíbar. Ponemos todos los ingredientes en un cazo y cuando comience a hervir bajamos el fuego y dejamos que cueza suavemente durante unos 20 minutos. Dejamos enfriar.
Picamos los frutos secos y el chocolate en un robot de cocina. El tamaño de los trocitos dependerá del gusto de cada uno. Mi robot es un desastre y tritura casi haciendo polvo la mezcla o deja los trozos muy grandes (no tiene término medio). Pero yo prefiero que no esté muy triturado. Agregamos la cucharada de canela, mezclamos y reservamos.
Precalentamos el horno 180º.
Preparamos un trapo de cocina humedecido para cubrir la pasta filo cuando hayamos abierto el paquete y evitar que se seque rápidamente.
Untamos con la mantequilla derretida (ya fría) el molde que vayamos a utilizar y cortamos todas las láminas de la pasta filo del tamaño de dicho molde. Cubrimos las láminas con el trapo humedecido.
Tomamos una lámina de pasta filo y untamos con una capa fina de mantequilla por una cara. Ponemos la lámina en nuestro molde con la mantequilla hacia arriba. Repetimos este paso 7 veces más (en total haremos una capa con 8 hojas de pasta filo).
Extendemos 5 ó 6 cucharadas del relleno sobre la pasta filo.
Tomamos otra lámina de pasta y untamos con mantequilla por las dos caras. La colocamos sobre la mezcla de frutos secos y chocolate. Tomamos otra lámina y la untamos con mantequilla por una cara. Colocamos sobre la anterior dejando la cara con mantequilla hacia arriba. Repetimos 2 veces más (en total tendremos 4 hojas de pasta).
Extendemos otras 5 ó 6 cucharadas de relleno sobre la pasta filo.
Tomamos otra lámina de pasta filo, la untamos con mantequilla por las dos caras y colocamos sobre los frutos secos y el chocolate. Untamos otra hoja de pasta filo con mantequilla sólo por una cara, colocando el lado de la mantequilla hacia arriba. Repetimos con otras 6 hojas de pasta (en total tendremos una capa con 8 hojas).
Con un cuchillo cortamos el baklava en cuadrados, sin llegar a la parte inferior, sólo hasta que notemos la primera capa de chocolate y frutos secos.
Horneamos durante 20 minutos. Cubrimos con papel de aluminio y horneamos durante otros 25 minutos más (total 45 minutos).
Sacamos del horno y dejamos reposar durante 5 minutos. A continuación vertemos el almíbar (que tendrá que estar frío).
Y luego sólo queda disfrutarlo templado acompañado de una bola de helado de vainilla...mmmmmmmm!!
Por último y no por ello menos importante, quiero agredecerles y dedicarles este dulce a mi papi (por colaborar con sus nueces y su miel) y a mis abuelos (que han aportado sus avellanas). Sin ellos, esta baklava seguramente hubiera sido un poquito menos exquisita. Estas Navidades os haré una sí o sí. Os quiero y os hecho de menos!
Desde luego se ve muy original con chocolateeeee.
ResponderEliminarBesitos.